Momento a solas, momento infinito
Transcurre el tiempo, no se nota
Se siente el viento, lo ignoras.
Momento a solas, instante a instante
Esperanzas de sucesos, muerte inesperada
Silencio, gota que cae
Palabra, momento preciso
Silencio, mirada distante.
Momento a solas, fugaz precisión
Ilusión, fracaso
Pensamiento, dilema
Pregunta sin respuesta
Respuesta inesperada.
Momento a solas
Soledad regalada
Momento a solas
Momento infinito.
Mientras todos caminaban, él permanecía sentado; ellos miraban la nada, él esperaba algo; las manos ajenas se cubrían en los bolsillos, las propias eran limpiadas por la lluvia; para aquellos él era invisible, pero él, sentía; si fuera por ellos, mejor que aquel no hubiese nacido, él antes de su muerte, pensó lo mismo.
Transdragon
No es la primera que pasa, seis no han parado anteriormente, esto como todos los días enfurecía a la plebe.
_ ¡alto bestia, y conducidme a mi castillo!_ la enorme criatura blanca con franjas verdes y colosales ruedas no obedeció a las palabras del caballero.
_ ¡alto os digo o blandiré mi espada! _en ese instante monstruo abrió su boca dejando entrar al hidalgo a su quijada; él gallardamente saco de su bolsillo la solemne tarjeta bip, pagó los servicios y continuo su camino por el esófago del animal, suerte la de aquel, un asiento lo esperaba vacio.
Solo el cielo
El sol ya cubría la ventana , iluminando todo su rostro; se vistió rápidamente y salió de su pequeño departamento hacia la ciudad, cruzó varias calles sin dificultades, la librería, el café de los sábados ,los gritos de los vendedores, las pequeñas flores, el auto, y el asfalto, que rápidamente se impregno de rojo vida dejando sus ojos hacia el cielo.
_ ¡Pero como no vio que venia el auto! _un micrero…
_ ¡Para mí qué fue suicidio! _la vieja cuica…
_ ¡No vio que estaba en rojo! _la testigo…
_ ¿Esta muerto? _el conductor…
_Era ciego…_su madre…
Veo como el paso de los días ha dejado atrás el verano, el asfixiante calor ya no es mi compañero, como tampoco lo son los arboles, pues sus hojas ya secas flotan en el aire, se impregnan en la tierra hospedándose en el follaje, que en pocas semanas se cubrirá por completo dejándolo sin vida. El cielo de un glorioso gris, me hace olvidar el porqué estoy aquí, posada, acostada, adherida al suelo, a “La madre tierra”, esperando, su llegada.
Mas de cien inviernos son los que guardo en memorias, evocados únicamente con su olor, su esencia, su codiciado perfume, que solo con una delicada brisa, te envuelve en un capullo del cual nunca quisieras salir; tu corazón por algunos instantes se detiene, tus manos tiemblan, tus ojos, se centran en un punto fijo buscando lo desconocido, la respiración varia con los latidos de tu corazón y estos a su vez son irregulares, variantes, apagados.
Hoy, el último día de otoño, vendrá a buscarme, el invierno solo será parte de mis recuerdos y sentirlo por última vez es un sueño que no se cumplirá. Indiferente esperanza, te has llevado contigo mis horas, mis fantasías, mi vida y mi ser, que ahora sosegado en un lecho de hojas, esta quieto, inmóvil.
¿Qué espera? Ya quiero marcharme, no quiero llegar al primer día de invierno y no sentirlo por completo, no quiero tenerlo frente a mí y no poder tocarlo, no quiero apreciar su belleza que cada jornada de verano me mantuvo viva. Nueve meses duro mi espera, soñando con su presencia, hubiese preferido mil veces que su existencia no fuese verdadera, solo parte de mi imaginación, pero es real y tuve el placer de conocerlo. El tiempo, que rápidamente transcurre nos separo, y también fue este el que nos unía o así era como yo prefería pasarme las noches, pensando en él y este a su vez, en su retorno.
Hoja a hoja, observo mi vida, mis logros y fracasos, mi fe ramificada y marchita, mis sueños desgastados he inexistentes, mi alma rechazada. Mi amado invierno, el único que dejó que lo sintiera, él único que disipo el vacio en mi pecho, que hoy, el último día de otoño me mata. He soñado mucho, he pensado demasiado, y aquí estoy muriendo poco a poco sin querer sentir su presencia, no volver á verlo es mi ultimo deseo y quizás eso, sea lo único que se me vuelva real.
Finalmente veo su sombra, siento su aliento cerca de mi boca, sus manos heladas recorriendo mi cuerpo: cara, cuello, espalda deteniéndose en mis manos. Ahí estaba, acompañándome, sintiéndome y yo, solo como receptora. Me deseaba y podía apreciarlo, mi mirada se hundió en la suya, sus ojos negros me condujeron a mi muerte y con un escarchado beso mi vida ahora solo era una mas de las tantas que se a llevado .y en un abismo infinito me perdí, con él, La muerte.
La nieve comenzó a caer pocas horas después, y mi cuerpo sosegado en un lecho de hojas, desapareció en un manto de nieve, que abrazándome fuertemente cubrió mi cuerpo y fue entonces cuando el invierno se percato de que yo era mas que la poseedora de un vacio en su pecho . Y en el primer día de invierno éste extrañó mi presencia.
Sus bordes negros de madera tallada y con segmentos de vidrio que se unían a su decoración, llamaron la atención de Claudia y le dieron las escusas necesarias para comprar ese espejo en vez del que vio hace pocas semanas en una oferta; sabía que este costaba el doble y no se encontraba en una tienda de renombre. Lo observo detalladamente, no tenia lugar de producción y en una de sus esquinas le faltaba un vidrio, pero esa pequeña falla se arreglaba con tiempo y pegamento.
A las pocas horas volvió a casa, un lugar cómodamente amueblado. su esposo se encontraba como cada domingo en el sillón y leyendo el periódico, vio el paquete extrañado, se quito las gafas y las dejó en una mesita auxiliar. _No me digas, es otro espejo _junto sus manos y sus ojos expresaban que el estaba en lo cierto _si_ Claudia sabia que miguel ya estaba arto de los espejos que cada mes ella traía y lo único que deseaba era que no preguntara el precio de su reliquia _tu sabes que son mi locura _sacó el espejo de su envoltorio y dio vueltas por la casa para ver su ubicación. _¿Donde lo vas a colocar ?si estas pensando en nuestra pieza olvídalo , ya tengo bastante con verme en cada sitio de la casa_ .Fue entonces cuando Claudia se acordó del único lugar al que le faltaba espejo: EL BAÑO ;yaqué un domingo de fiesta familiar la tía Antonia entro a aquel cuarto para secarse la ropa que se había mojado con “bebida “y en una de las tantas maniobras para sacarse la faja que reducía su robustez rompió el costoso espejo que Claudia tanto se demoro en encontrar_ ¡Siete años de mala suerte !_grito la tía mas de tres veces, entre grito y grito toda la familia forcejeo la puerta y vieron a la tía en ropa interior, mostrando sus kilos de mas y saltando en un pie según ella eso alejaría a la mala suerte; semanas después fue ganadora de la lotería ….